Ese día en el que una mezcla de nervios, ilusión y ganas de aprender se apodera de nosotros. No sabríamos decir en que proporción cada uno de ellos...
Y sí, así llegamos al Hospital, a ese gigante que llaman Hospital. Al que si has tenido suerte, no has visitado mucho. Y nosotras, sintiéndonos tan pequeñas y perdidas en él.
El día en el que tienes un primer contacto con lo que es la enfermería de verdad, y no lo que muchos de nosotros pensábamos.
Ese día conoces más o menos la planta en la que estás, la sala de medicación, el control, los timbres (a los que acudes casi antes de que suenen...), habitaciones, pacientes, etc.
Y cómo no, el día en el que te no dejas de ser la sombra de la/el enfermera/o.
Ese día conoces más o menos la planta en la que estás, la sala de medicación, el control, los timbres (a los que acudes casi antes de que suenen...), habitaciones, pacientes, etc.
Y cómo no, el día en el que te no dejas de ser la sombra de la/el enfermera/o.
Y si ese primer día entrabamos sintiéndonos pequeñas, acaba el turno y salimos del Hospital un poco más grandes.
Iremos viendo como siguen las prácticas...
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